La obra de un buen hombre

La nobleza y honestidad destacan en "El Chino" en el mismo instante de conocerle y aunque la vida en Cuba no es fácil, Isidro no pierde su contagiosa sonrisa. Este afable Pinareño, quién casi siempre aparece acompañado de su adorable hijo Lazarito, construyó la casa con sus propias manos y por fin ha visto recompensado su esfuerzo.